Después del ventarrón llegamos al Mercado
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Ahí estaba la exposición cuando llegó el ventarrón. |
Era viernes después del ventarrón catastrófico que tiró nuestra exposición y despertamos con ánimos mezclados, confieso que me inundaba una gran felicidad porque finalmente mi sufrimiento mayor en este proyecto, el calor, había decidido ceder y teníamos un día nublado, por fin podría usar suéter. Recordemos que la exhibición es en exterior, así que sobrevivir 42° a la sombra, sin ventilador ni aire acondicionado había sido justamente eso, sobrevivir.
Nuestro plan era simple: caminar por el centro de la pequeña ciudad para encontrar opciones donde ubicarnos. El centro de Beaugency es pequeño y alguna vez fue el corazón de una población medieval así que sus calles son estrechas y chuecas, no hay grandes plazas, lo que nos hizo pensar que si era necesario sólo montaríamos una exposición en lugar de dos. Nos encontramos con la grata sorpresa de tener varias opciones, cerca del teatro, de una explanada con restaurantes y junto a una antigua iglesia convertida en galería, pero nuestra favorita llegó casi al final: una pequeña estructura de metal, parecida a las antiguas estaciones de tren en México, originalmente fue un mercado y hoy, increíblemente, se encontraba abierta y sin uso. Nos sentimos como peregrinos llegando a la tierra prometida, y como tal, nos la teníamos que ganar.
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Iglesia de Saint-Etienne (hoy galería) |
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Explanada en el centro con restaurantes |
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La Petite Halle. El Mercadillo donde finalmente nos quedamos. |
Reubicarnos nos parecía el único camino viable para seguir la ciudad lógica, pero el equipo cultural de la Mairie (gobierno de la ciudad) estaba parcialmente a favor, especialmente el jefe de ellos tenía una marcada inclinación porque regresáramos a la playa. Nos lo dijo ese día cuando después de nuestra caminata pasamos a recoger nuestras fotos de gran formato a la bodega de la playa; nos lo dijo en la noche cuando lo vimos para una degustación en la playa y así siguió insistiendo varios días.
Ese viernes no montamos, había llovía a ratos y viento, se pronosticaba que sería igual los siguientes días así que nos permitieron instalar sábado y domingo en el mercadillo. Nuestra renuencia por regresar a la playa no era sólo el “leve traumatismo” que estábamos experimentando según palabras del jefe del área cultural de la ciudad, tenía que ver también con el público; la gente que va a la playa no está interesada en nuestra exposición y menos en comprar algo de nuestra boutique así que temíamos que todo nuestro trabajo y horas para el montaje y desmontaje diario sirvieran para nada. Nos dijeron, supongo que para persuadirnos, que el domingo difícilmente tendríamos gente, pero afortunadamente no fue así, el sábado llegaron más de 200 personas a ver la exposición y en total, el fin de semana sumamos 417 visitantes, una enormidad considerando que ni siquiera habíamos podido poner posters en la ciudad.
El clima desde entonces nos ha ayudado, es como si quisiera redimirse; pensamos que tendríamos que regresar a la playa en algún momento pero hoy es sábado y seguimos aquí, durante la semana llovió pero también tuvimos dos maravillosos días de 26° y aunque hoy hace más calor ya no ha habido sugerencias de movernos a la playa, supongo que después de ver el número de visitantes se dieron cuenta que la gente que viene al centro disfruta más de tener una exposición a un espacio vacío.
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Montaje al interior de la Petite Halle |
Respecto a los daños, el sábado pasado cuando montamos por primera vez después del incidente, nos tomamos cuatro horas en revisar y limpiar cada una de las fotos antes de colocarla e hicimos un recuento del estado en que se encontraba cada una. De 51 imágenes exhibidas, 13 se salvaron casi como por arte de magia, pero 38 tenían daños, 32 de ellas, graves. Traducción: 32 piezas que no se pueden vender, igual a, 5 mil euros de pérdidas, tan sólo en las fotos, si sumamos mercancía dañada de la boutique el número aumenta... Suena mucho y se siente como un golpe en el estómago, pero aquí seguimos. A pesar de todo, hay que celebrar que hemos tenido una extraordinaria audiencia, 780 personas nos habían visitado hasta el corte que hicimos ayer viernes; todo, sin una campaña de publicidad en facebook, ni espectaculares en el supermercado. El equipo de la ciudad ha sido también bastante generoso, al principio pensamos que nos llevarían a rastras a la playa, pero finalmente no ha sido así y han venido a ver cómo vamos casi diario, ellos incluso se encargaron de colocar nuestros posters por la ciudad y nos dejaron imprimir de nuevo las fichas de toda la exposición.
Mañana será nuestro último día aquí y debo decir que vamos a extrañar el espacio, pero nos quedan dos ciudades más por visitar y seguramente más historias que contarles. Hasta entonces, gracias por leerme.
Lamento escuchar que tuvieron muchas pérdidas por lo del clima, espero la gente pueda seguir apreciando y conociendo su trabajo. Se ve muy interesante la muestra fotográfica y el montaje que sigan los éxitos en donde se presenten.
ResponderBorrarMuchas gracias! Sí, a pesar de los daños las imágenes pueden apreciarse todavía y hemos recibido buenos comentarios. Seguiré reportando!
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